¿Qué es el storytelling?
Aunque no nos demos cuenta, estamos constantemente rodeados de historias. De todo tipo. Nos acompañan diariamente para construir quiénes somos como individuos y como sociedades. A pesar de que parezca un concepto novedoso (inventado en los últimos años por el jefe de marketing de algún estudio importante), la práctica del storytelling nos acompaña desde miles de años.
Hoy en día contamos historias más por entretenimiento que por otra cosa, pero hace años este arte cumplía un papel mucho más crucial que el de entretener. Era y sigue siendo una de las herramientas de influencia más importantes para transmitir valores, ideas e información, y así generar impacto en el mundo.
El storytelling ha sido un elemento fundamental para nuestra supervivencia como especie, ya que era la única manera de transmitir conocimientos valiosos de generación en generación.
¿Cómo contar una buena historia?
Cualquiera puede contar una historia pero eso no te sirve de nada si nadie te va a escuchar. Estamos constantemente bombardeados de información y las historias son infinitas, por lo tanto, es más difícil que nunca captar la atención de la gente con una historia memorable.
Contar buenas historias no es tarea fácil, pero todo tiene su técnica. Hay 4 elementos básicos que conforman cualquier historia por muy compleja que sea:
- el mensaje
- el conflicto
- los personajes
- la trama.
El mensaje
Al igual que los cuentos infantiles están repletos de moralejas y enseñanzas, una marca ha de tener claro cuál es su mensaje: ¿qué es lo que queremos comunicar? Sin un mensaje claro, la marca carecerá de coherencia y sentido.
Este mensaje puede ser tan simple como el famoso Just do it de Nike, pero conseguir que esas tres palabras resuman todos tus valores y visión de la empresa no es tarea fácil. Tener un mensaje claro nos ayudará a enfocar y materializar la visión y actitud de la empresa. De esta manera conseguiremos comunicarnos eficazmente con nuestra audiencia.
El Conflicto
El conflicto es el motor principal de una buena historia. Sin un conflicto no hay historia y, por lo tanto, no conseguiremos transmitir nuestro mensaje a nadie.
El conflicto se podría definir como el desafío al que se enfrenta un personaje (esto no significa que nuestra historia deba tener una buena dosis de drama o de intensidad, ya que un conflicto también puede ser sutil). Lo interesante del conflicto es que funciona como punto de inflexión y nos da la oportunidad de ofrecer una solución. Es básicamente los que nos despierta un interés como espectador.
Cuanto más conflicto haya más fidelidad tendremos por parte de nuestra audiencia. Pero también provocará una mayor polarización de nuestra marca.
Los personajes
Otro de los elementos básicos y más reconocibles del storytelling son los personajes. Estos van a ser nuestros aliados a la hora de transmitir nuestro mensaje de marca, ya que van a ilustrar el argumento de nuestra historia.
En este punto es importante tener muy claro a quién estamos hablando. Nos va a interesar que nuestra audiencia se identifique con los personajes y, por lo tanto, empatice con lo que queremos contar.
La trama
Una vez tengamos listo nuestro mensaje, conflicto y personajes, solo nos queda ver cómo fluye la historia. Primero necesitaremos situar a nuestros personajes en un contexto (época, entorno, ambiente…). Segundo, tendremos que establecer una serie de acontecimientos y acciones que se vayan a desarrollar en nuestra historia y que vayan introduciendo el conflicto principal para llegar al climax. Por último, vendrá la resolución de nuestro conflicto. Es aquí cuando explicamos nuestro mensaje y concluimos nuestra historia.
¿Por qué es importante el storytelling para nuestra marca?
El storytelling surge principalmente ante la necesidad de las empresas por humanizar sus marcas y su objetivo es apelar a las emociones de nuestro público. Es así como se consigue generar un impacto a largo plazo en nuestra audiencia, e incrementar el nivel de engagement y lealtad del cliente con nuestra empresa o producto.
La gente olvidará lo que dijiste, la gente olvidará lo que hiciste, pero la gente nunca olvidará como la hiciste sentir – Maya Angelou
El storytelling es muy útil en el mundo del branding, aunque no solo para llamar la atención de los consumidores y conseguir que nos escuchen. Es una herramienta que nos ayuda a simplificar mensajes complejos y a concretar ideas abstractas.
En branding es muy común hablar de sentimientos y sensaciones cuando hacemos un primer análisis de una marca. El problema viene cuando hemos de transmitir estos conceptos a nuestra audiencia.
Materializar conceptos como “valor”, “autenticidad” o “confianza” no es tarea fácil, ya que al ser conceptos abstractos carecen de una imagen especifica que los represente. Sin embargo, es más fácil transmitir esas sensaciones a través de una historia que trate dichos temas mediante los personajes, el ambiente, la trama, el conflicto…
