Te vamos a contar una verdad incómoda: tu logotipo no es tu identidad de marca. Sí, lo sé, duele. Es como cuando descubres que Papá Noel son tus padres. Pero después de 15 años en las trincheras del diseño y el branding, tenemos que decírtelo.
¿Alguna vez te has parado a pensar por qué el pitido de una notificación de Bizum te alegra más que el tintineo de monedas en tu bolsillo? Bienvenido al mundo del audio branding en el sector financiero.
El diseño de un logotipo no debería ser un acto meramente intuitivo o basado en gusto o estética. Aplicando cierto razonamiento y lógica lograremos tomar decisiones que contribuyan a un mejor rendimiento gráfico del mismo. Es conveniente que antes de empuñar el lápiz, analicemos qué tipo de logotipo es el más apropiado para el proyecto de marca que tenemos por delante.
En muchos proyectos el logotipo es la carta de presentación al mundo de la identidad de la marca. Pero, en el mundo digitalizado en el que vivimos todo se mueve. Las marcas han evolucionado y han descubierto la magia de la animación. Ahora, los logotipos cobran vida y son más expresivos e interactivos que nunca.
Ver a las marcas como si fuesen personajes de una película nos permite visualizar de manera más clara cómo se han de comportar y comunicar.
Vamos a ver cómo las teorías de un psiquiatra del siglo pasado se aplican en el mundo del branding para crear marcas exitosas…
Igual que una casa debe tener unos cimientos sólidos; una marca debe tener un buen fundamento sobre el que apoyarse y construir un relato que cautive y conecte con sus públicos. La plataforma de marca es esa herramienta que utilizamos para sentar las bases de una marca y su identidad.
