La personalidad de marca es el conjunto de emociones asociadas a una empresa o marca, y que les atribuyen rasgos propiamente humanos. Este conjunto de emociones suele reflejar la personalidad del público objetivo al que se dirige la marca. La necesidad de tener una personalidad de marca definida surge para evitar que ésta sufra alteraciones con el paso del tiempo y llegue a confundir a sus clientes o consumidores, así como para hacer de ella una marca única y distinguible del resto de competidores.
La personalidad de marca es el producto de tres elementos:
- Identidad de marca: conjunto de elementos característicos que hacen a una marca única y reconocible.
- Promesa de marca: aquello que prometemos ofrecer a nuestros consumidores o clientes en respuesta a las necesidades que estos tienen.
- Experiencia de marca: aquellas sensaciones, sentimientos y comportamientos de clientes o consumidores que surgen cuando interactúan con la marca.