Tenemos un proyecto interesante en marcha. Una agencia de branding nos crea una identidad de marca potente y nos hace entrega de un manual de identidad corporativa. ¿Y ahora qué? ¿Cuál es el siguiente paso?
Para esto existe la figura de Brand Guardian, que actúa como referencia estructural (tanto de personas como técnica). Como el propio término indica, se encarga de vigilar y supervisar lo que ejecuta la marca.
Crear una marca brillante depende de concebir un buen concepto y diseño. Que esa marca perdure depende del correcto desarrollo posterior. La figura del Brand Guardian es la responsable de coordinar la experiencia y la aplicación de la marca.
La figura del Brand Guardianship
El Brand Guardianship, según Diego A.Ontiveros en su libro La comunicación de masas, tiene como función básica comprobar que las acciones de comunicación que se llevan a cabo se encuentran dentro del territorio de marca, fijado en el branding, y corregir posibles desviaciones.
Es decir, ocuparse de la correcta gestión de la identidad corporativa, análisis de la estrategia y contemplación de diversos cambios que se puedan dar en el entorno y que, la organización no está teniendo en cuenta. Con esta herramienta, se pretende que la personalidad de marca se consolide en la mente del público objetivo logrando reconocimiento, recuerdo, promesa de marca y en última instancia reputación.
En la actualidad la accesibilidad e inmediatez han hecho que las marcas puedan ser lanzadas hacia múltiples direcciones por lo que, es importante mantener una coherencia, cada vez más complicada.
¿Por qué es importante el Brand Guardian?
Existen dos escenarios en branding que influyen en la percepción de la marca, el interno y el externo.
Por un lado, en lo que se refiere al escenario interno, que exista una coherencia en las diferentes áreas de una organización es muy complicado ya que, cada uno debe comprender e interiorizar la identidad corporativa.
La figura del Guardianship logra ese objetivo mediante la creación de puntos de contacto entre la organización y su público interno.
A nivel externo, a medida que surgen nuevas oportunidades y amenazas, la marca debe asegurar que su aplicación es coherente y su identidad visual y verbal se mantiene. Para garantizar esta situación se recurre a esta figura.
En definitiva y a modo esquemático, el Brand Guardianship ayuda a:
- Aumentar el valor y confianza de marca: si la compañía comunica sus valores, manteniendo su tono y estilo de manera afianzada, los públicos le otorgaran cierta fidelidad.
- Ahorro en costes y tiempo: una marca consolidada no comienza desde cero, cuando saca una nueva línea de negocio, sino que posee unas reglas claras que se extrapolan a toda la compañía.
- Coherencia entre canales: asegura que la marca se comunica de forma unificada y correcta.
El Brand Guardianship se ha convertido en un instrumento base para las compañías y más, en el entorno multicanal e inmediato en el que nos encontramos.
Gracias a esta figura aseguramos que la marca sea fuerte, consistente, relevante y genere lealtad entre los públicos.