El término Brand Book hace referencia a un documento corporativo de carácter oficial que explica la identidad de una marca. Está dirigido tanto a una audiencia interna (empleados, trabajadores, etc) como externa (proveedores, otras marcas, medios, etc).
Internamente sirve para crear y afianzar una cultura corporativa. Externamente ayuda a asentar unos estándares que aseguren una coherente expresión de la marca.
¿Qué contenidos podemos encontrar en un Brand Book?
Primero, nos encontramos con contenidos orientados a una audiencia interna como:
- La definición de la misión, visión y valores.
- La historia o el origen de la marca.
- Concepto de marca y posicionamiento.
- La definición de objetivos…
Este tipo de información ayuda a que aquellos que forman parte de una marca entiendan y empaticen con ella. El objetivo es que interioricen los valores, que conozcan su historia, que entiendan los objetivos. En definitiva, que se conviertan en embajadores de la marca.
El Brand Book como manual de marca
Pero, además, el Brand Book también es una guía de uso de la identidad de marca. Algo así como unas Brand Guidelines, como un manual técnico en donde se explican la identidad visual (logotipo, colores corporativos, aplicaciones en diferentes formatos, selección de imágenes, directrices creativas…) y la identidad verbal (la voz y tono de comunicación de una marca, su storytelling, su tagline, etc).
El Brand Book es lo que llamamos “Manual de Identidad Corporativa“. El objetivo de este manual es dar la información y materiales necesarios para que la marca se exprese coherentemente. De este modo facilitamos que el público pueda identificar los productos o servicios de una marca con mayor facilidad. También ayudamos a crear una imagen memorable de la marca.
El manual de marca ideal
El Brand Book ideal es aquel capaz de unificar el concepto, la expresión y el manual técnico en un sólo documento.
Un ejemplo muy bonito es el Starbucks Creative Expression. Es un manual de marca principalmente técnico. Sin embargo, explica los usos y estándares de la marca de tal modo que transmite perfectamente la verdadera expresión de la marca. El tono, el formato, la identidad visual… todo está perfectamente alineado con el concepto de marca. De este modo, Starbucks hace de un elemento aparentemente técnico, una oportunidad para hacer branding.
