Los memes son un término utilizado en el internet para describir una idea de amplia difusión, es una imagen, video o texto breve que encapsula una idea o sentimiento y se hace viral rápidamente.
Richard Dawkins introdujo el término en los años 70 para hablar de cómo se transmiten ideas y comportamientos culturalmente. Aunque el concepto evolucionó, la idea central sigue: los memes se comparten, se transforman y vuelven a compartirse, reflejando “chistes internos” que conectan a un grupo de personas.
Un meme habla de cómo se transmiten ideas y comportamientos culturalmente.
En realidad todos sabemos qué es un meme. Los recibimos, los reenviamos, los creamos… Forman parte de nuestra manera de comunicarnos, lo queramos o no. No podemos evitar encontrárnoslos en todo internet: desde las historias de Instagram, hasta en un grupo de WhatsApp familiar.
Pero cuando hablamos del uso de memes para comunicar marca, las cosas se complican un poco. No siempre sabemos cómo usarlos bien. Aunque los memes sean divertidos y populares, meterlos a fuerza en una estrategia de marca puede ser… incómodo como poco. Por eso, al adentrarnos en el territorio de los memes para el branding, es importante entender qué los hace tan especiales y cómo podemos aprovecharlos sin perder la esencia.

Ejemplos de distintos tipos de memes, con usos variados.
¿Por qué nos gustan tanto los memes? (contexto porfa)
La magia de un meme radica en su funcionamiento como chiste interno. Nos encanta sentir que “somos parte del club”, que entendemos algo que no todos podrían captar a primera vista. Los memes se sostienen en supuestos compartidos y referencias que solo ciertos grupos pueden entender. Los memes crean una especie de comunidad, un círculo de pertenencia y, aunque pueda ser un amplio grupo en internet, sigue siendo selecto. El encanto está en esa exclusividad.
Los memes crean una especie de comunidad, un selecto círculo de pertenencia.
Inevitablemente, al volverse virales, los memes se masifican expandiendo su alcance hasta que todos los conocen. Y en ese punto, paradójicamente, el meme empieza a perder gracia y frescura. Cada vez que una marca intenta sumarse a un meme, se adentra en un terreno delicado, donde puede terminar acelerando el fin de su vida útil y llevándolo a “la muerte del meme”.
Además, los memes tienen otra particularidad: están llenos de personajes raros y referencias. Los seguimos porque somos expertos en “seguir la corriente”. Pero, cuando las marcas se suman a esta corriente sin realmente “pertenecer”, el meme empieza a sentirse forzado.
Los memes nos gustan porque son como pequeños secretos. Reflejan partes de nosotros mismos y, a la vez, nos hacen sentir que formamos parte de algo más grande. Nos brindan un sentido de comunidad y pertenencia, y nos sacan una risa porque al final estamos todos en el mismo juego.
Movimiento post-meme (que cringe)
Los memes son cringe, escribir este blog es super cringe y, sobre todo, decir la palabra cringe es cringe.
Los memes están condenados a dar cringe por el simple hecho de que los utilizamos. Como mencionábamos anteriormente un meme es una especie de chiste interno, un chiste interno pierde su efecto cuando sale del círculo y entra en el mundo mainstream.
Los memes son cringe porque viven muy poco, y cuando mueren pasan al cementerio de los móviles de señores que no se enteran y figuras publicas decadentes que buscan conectar con las masas. Pero, en realidad, solo dan vergüenza ajena (Pablo Motos esto no es un ataque personal, porfa no me denuncies). De hecho en dos semanas aproximadamente este post se desactualizara completamente.
Paradójicamente, su caducidad les permite encontrar una nueva vida. El meme que muere puede funcionar por que ya no da risa, conceptualmente sería una especie de “post-meme”. De nuevo, es gracioso, porque colectivamente decidimos que lo sea.

Memes “anti-meme”. Trabajan con “la muerte del meme” para revalorizarlos mediante el no-sentido, la absurdes y la ironía.
El meme como espejo (vivimos en una sociedad)
El truco está en ser auténtico. No es cuestión de meter memes en cada post, o forzar cualquier trend de TikTok en el contenido de tu marca.
Se trata de usar memes que resuenen genuinamente con la identidad de nuestra marca. Para evitar parecer anticuados al usar un meme es crucial entender el humor, la estructura y la historia detrás. Los memes de hoy son mucho más complejos, pueden tener múltiples capas de significados, referencias a otros memes e incluso a eventos de cultura pop.
Es crucial entender el humor, la estructura y la historia detrás
El error común que muchas marcas cometen, es intentar replicar tendencias sin un conocimiento profundo de su origen o significado, quedándose en intentos superficiales. Así que, para usar memes, mantén la esencia de tu marca, entiende el meme en profundidad y no temas ser parte de la conversación… cuando realmente tenga sentido.

Memes extraídos del Instagram de KFC España. Un buen ejemplo de uso del shitpost para potenciar una marca auténticamente.
me mola