Los Pain Points, o también llamados puntos de dolor o vértigo, da pie a una estrategia de marketing emocional que estudia y define las principales preocupaciones o necesidades de los clientes. El objetivo que tiene es conseguir pistas para posicionar un producto o servicio de la mejor forma posible.
Para averiguar cuáles son aquellos puntos que trabajar es necesario realizar tanto una investigación tanto cualitativa como cuantitativa. Dicha investigación nos aportará luz acerca de aquellas categorías en las que el usuario sufre una experiencia negativa con el objetivo de lograr convertir esos Pain Points, en puntos de ganancia.
Existen muchas categorías de pain points, a continuación, trataremos de agrupar los más comunes:
Varios autores plantean un proceso de identificación basado en dos etapas:
Una vez completado dichas etapas estudiaremos las conversaciones que surgen entorno al producto o servicio, analizaremos la percepción de contenidos creados por la marca y su comunicación.
Algunas de las plataformas a investigar son:
Por último, se plantearán una serie de medidas correctoras para aquellos puntos que hayan surgido consiguiendo mejorar la experiencia de marca, fidelizar a diversos clientes y, por lo tanto, generar una mayor rentabilidad.
El Customer Journey hace referencia a todas las fases que atraviesa un consumidor durante el proceso de compra. Abarca desde el planteamiento de una necesidad, la investigación que realiza, las alternativas que baraja y hasta finalmente la adquisición del producto. Este hecho nos permite conocer todo el proceso de compra, así como el tipo de información que se necesita en cada fase.
Para lograr definir esta figura es necesario fijar cuales son los buyers persona de una organización y cuáles son sus pains points.
Como observarás, los tres términos se encuentran interrelacionados y no son considerados de manera aislada, ya que determinaran la estrategia de branding que emprenderá la organización.