La Mafia: reescribiendo el guión de la restauración italiana.

 

Briefing del proyecto

La Mafia Se Sienta a la Mesa nació en el año 2000 en Zaragoza, cuando dos emprendedores transformaron un local llamado “El Transiberiano” en un restaurante italiano tras un viaje revelador a Italia y la lectura del libro homónimo. El nombre surgió de su fascinación por la trilogía cinematográfica “El Padrino” y su pasión por la cultura italiana. Lo que comenzó como un único restaurante se convirtió a partir de 2002 en una de las franquicias de restauración italiana más reconocidas de España, Portugal y Andorra, con más de 120 locales.

La marca llegó a waka en un momento crucial de su evolución. Necesitaba liberarse definitivamente del romanticismo cinematográfico que inspiró su origen y evolucionar hacia un territorio simbólico contemporáneo. El reto consistía en redefinir su identidad, alejándose de los clichés visuales asociados a la película mientras conservaban su esencia diferenciadora.

El objetivo: posicionar La Mafia como un restaurante italiano especial pero sin artificios, diferente pero auténtico. Queríamos escapar de los códigos habituales del sector (rojos, verdes, banderas, referencias obvias) para construir un universo propio que reflejara su propuesta gastronómica única, donde la tradición italiana se reinterpreta con creatividad y carácter propio.

Imagotipo La Mafia Se Sienta a la Mesa
Diseño rótulo fachada Restaurante La Mafia Se Sienta a la Mesa

Concepto: Hacemos lo habitual memorable

El sector de la restauración italiana en España vive atrapado en una paradoja: por un lado, marcas que reproducen el cliché turístico de Italia con manteles a cuadros y referencias al Coliseo; por otro, propuestas premium inaccesibles que convierten cada comida en un acontecimiento inalcanzable. Entre ambos extremos, queríamos encontrar un espacio diferente para la marca.

Identificamos un insight fundamental: las personas anhelan vivir momentos especiales, pero lo especial siempre parece requerir esfuerzo. Como consecuencia, nos refugiamos en lo habitual, lo seguro, lo que no exige tanto. El deseo real es poder vivir momentos memorables más fácilmente, sin que la experiencia se sienta forzada. De aquí nace el concepto: “Hacemos lo habitual memorable”. Lo habitual no es especial por definición. Pero nosotros vemos en ello un lienzo en blanco. La Mafia juega con los detalles, el ritmo, la experiencia. Innova, crea, transforma lo cotidiano en algo que deja huella. Lo especial no es casualidad, es intención.

Este concepto se traduce en un posicionamiento gastronómico único: atípicamente italiano. No replican el canon tradicional, sino que se inspiran en la gastronomía italiana para innovar y sorprender. No seguimos el guion clásico, lo reescribimos. Somos italianos en la pasión, el sabor y el ritual de compartir, pero con un giro inesperado y propio.

 

Diseño carta restaurante

Identidad Verbal: La voz de lo sorprendente cotidiano

La identidad verbal se construye desde la tensión positiva entre lo confortable y lo especial, capturando ese equilibrio genuinamente italiano entre la espontaneidad del disfrute y la calidad detallista de quien entiende que cada experiencia merece cuidado. La marca habla desde un arquetipo híbrido que combina al Amante (pasión, disfrute, experiencia sensorial) con el Creador (innovación, originalidad, reinterpretación).

El tono equilibra calidez y creatividad, naturalidad y sofisticación. No pretende ser un restaurante tradicional ni un concepto de alta cocina inaccesible. Su lenguaje transmite cercanía sin perder elegancia, sorpresa sin artificialidad, espontaneidad sin descuidar el detalle. Mensajes como “Hay recuerdos que no piden permiso”, “Delicias espontáneas” o “Un día cualquiera, inolvidable” capturan esta filosofía dual: lo especial puede surgir sin necesidad de una ocasión extraordinaria, pero detrás de cada momento hay una intención cuidada, un mimo en la ejecución que honra esa obsesión italiana por hacer las cosas bien.

 

Diseño editorial La Mafia Se Sienta a la Mesa
Diseño gráfica publicitaria La Mafia Se Sienta a la Mesa (MUPI)

Logotipo y sistema tipográfico: Serifas rotas y espacios que hablan

La identidad visual representa una ruptura consciente con los códigos del sector. Queríamos transmitir esa tensión entre confort y sorpresa, entre lo familiar y lo inesperado. El logotipo reinterpreta el nombre con una tipografía serif de corte clásico pero con carácter contemporáneo y rotundo.

El elemento más distintivo es el tratamiento tipográfico roto y los espacios negativos. Las composiciones fragmentan intencionalmente las frases, generando un ritmo visual que obliga a la lectura pausada. Este recurso replica la experiencia que la marca busca crear, donde lo habitual se ve desde una perspectiva diferente. Los espacios funcionan como pausas que invitan a saborear cada palabra, transformando lo cotidiano en memorable a través de la atención al detalle.

Brandbook La Mafia Se Sienta a la Mesa
Diseño bolsa take away La Mafia Se Sienta a la Mesa

Color y fotografía: el amarillo amalfitano

La paleta cromática constituye la decisión más valiente. Frente a los rojos, verdes y azules del sector, optamos por un amarillo luminoso como color protagonista, complementado con marrón profundo. Este amarillo evoca la luz mediterránea, la costa amalfitana, el sol italiano, pero desde una interpretación contemporánea. La combinación genera un contraste elegante, sofisticado pero cálido, que habla de calidad sin pretensiones.

La dirección fotográfica materializa el concepto: platos suculentos fotografiados con honestidad, personajes en acción que transmiten energía, clientes disfrutando de momentos auténticos. No busca la perfección editorial, sino la verdad apetitosa. Cada imagen transmite que lo especial sucede en lo cotidiano.

Cocinero preparando plato La Mafia

Aplicaciones: Vivir la marca en cada detalle

Crear una identidad para restauración implica que la marca debe vivir en múltiples dimensiones: espacios físicos, objetos táctiles, experiencias tridimensionales. El sistema debía traducirse coherentemente desde el concepto hasta cada punto de contacto.

El interiorismo y señalética materializan el concepto en los espacios. El amarillo luminoso en detalles, la tipografía fragmentada en señalética, el juego de espacios negativos en murales: cada decisión refuerza la narrativa. Generamos espacios que se sienten diferentes pero acogedores, sorprendentes pero confortables.

El packaging para delivery y take away mantiene la personalidad mientras garantiza funcionalidad. Cajas, bolsas y embalaje transforman cada pedido en una experiencia coherente, comunicando que lo especial puede llegar a casa. El material para uso en local abarca cartas, mantelería, posavasos y cartelería. Las cartas aplican el tratamiento tipográfico roto para generar una lectura pausada, los posavasos funcionan como manifiestos visuales, la cartelería comunica sin romper la coherencia estética.

Esta multiplicidad demuestra la robustez del sistema: suficientemente flexible para contextos diversos, pero con personalidad tan definida que resulta reconocible en cualquier formato. La Mafia ya no es solo un nombre, es una experiencia integral que vive en cada detalle, materializando su promesa: hacer que lo habitual sea memorable.

 

Diseño packaging takeaway para restaurante
Diseño web La Mafia Se Sienta a la Mesa
Diseño uniformes La Mafia Se Sienta a la Mesa
Diseño rótulo fachada Restaurante La Mafia Se Sienta a la Mesa

¿Pero quién ha hecho esto?

Mariví Jiménez

Creatividad & diseño

Jose Carlos del Pozo

Dirección creativa

Daniela Santelmo

Diseño

Fran Vicente

Conceptualización & copy

Pablo Herrera

Animación y motion

Sara Rombaldoni

Diseño

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