El diseño gráfico minimalista es un estilo que se caracteriza por reducir al máximo todos aquellos elementos que no se consideran fundamentales. Se basa en lo puramente funcional y estructural, en el orden y la sencillez; y se consigue a través del uso de formas simples, espacios en blanco, uso de color efectivo, tipografía legible, entre otros. Su objetivo es encontrar la mayor expresividad con la menor cantidad de recursos posible.
Fue en la era de la posguerra, y como reacción contraria al expresionismo de la época, que surgió el minimalismo. Aquí, los artistas modernos adoptaron la famosa frase del arquitecto y diseñador Mies van der Rohe, “less is more (menos es más)”. Este pensamiento existía ya en la cultura zen japonesa, denominado “wabi-sabi”, donde se trataba de mantener un estilo sencillo y apreciar lo que es realmente esencial.
El diseño gráfico minimalista en las marcas
Poco a poco y debido a su gran influencia, este estilo se fue trasladando a diversos campos, formando lo que hoy llamamos el diseño gráfico minimalista. Las presentaciones simples, planas y directas se fueron haciendo cada vez más presentes, convirtiéndose prácticamente en la tendencia absoluta de la mayoría de las marcas. Hoy en día, vivimos rodeados de ellas, y es inevitable percibir cómo han ido homogeneizando su imagen.
Por poner el ejemplo más obvio, seguro que todos hemos notado o escuchado cómo los logos de las grandes marcas han ido evolucionando hacia una versión más simplificada. Cada vez se va perdiendo más detalle y abandonando lo tradicional. Pero, ¿por qué las marcas apuestan por un logo más sencillo?
Atemporalidad
El diseño gráfico minimalista, más allá de ser un estilo más, se considera atemporal. Esto para una marca es imprescindible. Las modas pasan, y si sigues las tendencias del momento puedes quedarte anticuado de forma muy rápida, teniendo que renovar tu imagen con mayor frecuencia, algo poco rentable y sostenible para cualquier empresa.
Entornos digitales
El hecho de que las marcas estén teniendo cada vez mayor presencia digital influye a la hora de tomar esta decisión. Hoy en día existe un bombardeo de información y contenido visual que afecta la capacidad de atención de los usuarios. Si el logo de una marca se suma a ese bombardeo con un alto nivel de detalle, es poco probable que su atención vaya a ella, ya que es mucho que procesar y el cerebro está agotado. Esta lógica no se aplica sólo a logos: cuanto más fácil se lo pongas al usuario, más factible será que recuerde tu marca.
La función real de un logo
Realmente, un logo es una firma que aporta identidad a la marca. Un logo no es una ilustración que te cuenta la historia de la marca, o que te dice explícitamente de qué es la marca o el producto que vende. Para eso están los otros elementos que conforman la identidad de la marca y que acompañan al logo. Éste debe ser memorable, y para ello debe ser limpio y ligero.
¿El diseño gráfico minimalista sigue en tendencia?
Al igual que el diseño gráfico minimalista, todos los movimientos y estilos a lo largo de la historia han surgido como consecuencia de acontecimientos políticos, sociales, culturales e incluso tecnológicos. Hoy en día, con el avance de las nuevas herramientas digitales, han ido reapareciendo poco a poco estilos más coloridos y recargados. Ya no existen las limitaciones físicas y se saca provecho de los recursos casi infinitos que nos brindan las nuevas tecnologías. Ya lo comentamos hace un par de años cuando hablamos de diseño maximalista: ahora, con el 3D y la aparición del metaverso, empezamos a ver composiciones, espacios y elementos saturados.
Las marcas de moda, por ejemplo, han adoptado rápidamente estas nuevas tendencias gráficas, creando espacios virtuales que amplían las posibilidades y experiencias de marca. Ambush en concreto le hizo especial tributo en su espacio de metaverso a Andy Warhol, quien con su estudio Silver Factory, lideró el movimiento pop art en los años 60.
Esto llevado a composiciones 2D, se convierte nuevamente en destrucción de forma, de retícula, tipografías y composiciones rozando el límite de la legibilidad…
Y es que, efectivamente, empezamos a ver un resurgimiento de estilos pasados, que van en contra del diseño gráfico minimalista, donde abundan los colores brillantes e iridiscentes, las texturas y la sobrecarga de elementos. No obstante, creo que el diseño gráfico minimalista sigue estando presente, y difícilmente se irá de nuestras vidas.
¿El futuro del diseño gráfico es minimalista?
Desde que surgió el minimalismo, todos nos hemos imaginado un futuro blanco, limpio, elegante, y por supuesto, tecnológico. Ahora, con las nuevas estéticas del metaverso y las previsiones de que es ahí donde está el futuro, parece que apunta más hacia un mundo recargado de color, elementos de fantasía, y mucha decoración. La historia, y no sólo del diseño gráfico, es un péndulo. Van y vuelven tendencias, que al final son reacciones a lo que les precedió. Es por ello que creo que el futuro del diseño gráfico nunca se verá de una manera específica. Siempre existirán nuevas tendencias y diferentes estilos a la vez. Aún más en una era donde todo empieza a cambiar a gran velocidad y ponerse al día requiere de un esfuerzo mucho mayor. Aún así, creo que el diseño gráfico minimalista es el único estilo que ha llegado para quedarse. En un mundo cada vez más complejo, la simplicidad en el diseño siempre será algo positivo, ya que responde a la necesidad de momentos de calma y paz mental.
