Blanding hace referencia a una nueva estrategia de marca basada en la integración de la marca en el entorno, pasando desapercibida.
El término “bland” significa «falto de carácter» o «carente de personalidad». Surge en el 2018 y hace referencia a la predisposición de muchas marcas a seguir las tendencias del sector. Éstas dejan a un lado la diferenciación y optan por la neutralidad, basada en elementos que no llamen la atención ni evoquen ningún valor determinado. Es decir, el movimiento contrario a la personalidad de marca.
Blanding vs Branding
El principal objetivo del branding es diferenciarse de la competencia. Cuando una marca desea que sea recordada por su público objetivo, emplea estrategias de diferenciación y busca una identidad de marca que sea llamativa, recordable, que genere valor de marca y prestigio de marca.
El blanding es todo lo contrario. Surgió bajo la necesidad de las compañías de adaptarse a las diferentes plataformas. Las tipografías y colores llamativos son difíciles de adecuarse a los nuevos medios, como por ejemplo a las redes sociales. Buscan identidades que evoquen equilibrio y simplicidad, y suprimen cualquier elemento que sugiera ruido o un fuerte carácter de marca, eliminando así cualquier personalidad.
Muchas compañías se están sumando a esta tendencia, modificando principalmente su logotipo, elemento fundamental de la identidad visual. Su objetivo es crear una marca omnicanal. Es decir, un diseño neutro legible en múltiples pantallas y tamaños, que pueda ser observado desde varios dispositivos.
Las características principales son:
- Tipografía: Sans Serif.
- Colores corporativos: Blanco y negro.
- Grandes espacios en blanco.
- Tendencia al minimalismo.
Marcas referentes como Uber o Google han adoptado esta tendencia, centrándose en su producto y en la innovación que les representa. Se trata de compañías que han pasado por diferentes fases de identidad de marca o rebranding hasta llegar a este punto.
Sin embargo, existen otras, principalmente del sector del lujo o nuevas marcas que han escogido esta tendencia sin un proceso de rebranding o branding previo. Han suprimido los elementos más identificativos de sus logos con el objetivo de difundirlos a través de los nuevos canales de comunicación.
Ventajas y desventajas
La ventaja principal es que, mediante esta metodología las empresas logran que su imagen de marca se traslade a su producto, centrando en este toda la atención y fuerza.
A nivel jurídico, resulta mucho más sencillo proteger su propiedad intelectual ya que, simplemente es una consecución de letras sin ningún elemento añadido. Castigando a falsificaciones y copias.
En cuanto a las desventajas, el blanding es la consecuencia de que, un gran número de empresas, estén apostando por estrategias centradas en propuestas de valor de marca comunes, no diferenciadoras y por lo tanto poco perdurables en el tiempo. La marca logra mezclase con sus competidoras, llegando al punto de que el usuario es incapaz de distinguirlas por su identidad verbal o visual.
Pierden su posicionamiento de marca, el espacio que habían ganado en el mercado. No buscan despertar emociones sólidas en el consumidor ni que se le asocien una serie de atributos sino únicamente, centrarse en su producto.