Actualmente, con el auge del vídeo debido al consumo creciente cada año en internet, ya casi todo el mundo cuenta con el vídeo para sus estrategias de marketing. Años atrás el hecho mismo de tener un vídeo o promocionar tus servicios o productos a través de contenido audiovisual, ya era de por sí algo diferenciador. Sin embargo hoy en día, al ser un recurso tan democratizado, con eso no basta para destacar en la red.

Ahora es necesario que el contenido del vídeo ofrezca algo que te distinga, que te haga brillar, que haga que tus seguidores, o tus clientes te recuerden…  ¿Y cómo se consigue eso? Con una buena producción.

Pues, sin pretender conocer fórmula mágica alguna, a continuación paso a explicar cuál es el flujo de trabajo que nosotros seguimos para lograr ese objetivo.

Fases de la producción de un vídeo

Fase 1: Briefing

Un buen briefing con el cliente es fundamental. Hay cuatro cosas claves que tenemos que tener claras cuando el briefing ha terminado.

  • Hay que saber es cuál es el propósito del vídeo. ¿Es un vídeo promocional, es formativo, es una llamada a la acción, una herramienta de venta, parte de una estrategia de fidelización online, es un vídeo de branding?
  • Es importante también establecer el target. ¿A quién va dirigido tu vídeo? ¿A un distribuidor, a cliente final, a usuarios de redes sociales…?
  • Debemos conocer dónde va a ser emitido ¿Es un vídeo interno, un spot para tv, un vídeo para internet?
  • Es bueno tener desde el principio una idea clara de qué recursos podremos emplear, es decir, en qué presupuesto tenemos estimado movernos. Si eres una empresa gigante y tienes recursos ilimitados, quizá esto no sea necesario. Solo habría que concentrarse en lograr la mejor idea posible y realizarla. Pero este no suele ser el caso más habitual. Por ello, lo mejor es conocer a priori por donde nos tenemos que mover.

 

Con estas preguntas contestadas ya tenemos mucho ganado a la hora de delimitar el terreno de juego. Si acompañamos todo con unas cuantas referencias de otros vídeos que nos gusten, que nos llamen la atención, o a cuyo resultado final nos gustaría aspirar, hemos completado muy bien nuestro brief.

Fase 2: Creatividad

Es la segunda parte del proceso de producción de un vídeo. Y en mi opinión, sino la más, una de las más importantes. Es aquí principalmente donde vamos a obtener el elemento diferenciador del vídeo. Tenemos que combinar los recursos que hemos establecido previamente para realizar el proyecto de la forma más deslumbrante posible.

Vamos a poner un ejemplo. En este caso, un spot de TV, con los medios normales de un producto de estas características.

Si nos pidieran a todos que tratemos de explicar algo novedoso como el mini-embutido en bolsitas, lo haremos con mayor o menor suerte. Podremos a lo mejor desplegar un listado con sus virtudes, con sus ventajas, o quizá contar el proceso de creación de este embutido… Podemos hacer muchas cosas… pero si se nos ocurre esto qué duda cabe que el mini embutido en bolsitas de repente se convierte en algo inolvidable:

 

El producción de un vídeo no todo es una cuestión solo de medios (actores, localizaciones, etc). El concepto creativo es clave. En este caso, han jugado con la idea de lo clásico modernizado y su tratamiento humorístico. Esto es lo que ofrece esa base tan potente sobre la que edificar un spot memorable.

Y eso sólo se consigue con una buena creatividad. Con horas dando vueltas a conceptos, a ideas, probando, tachando, reescribiendo, reimaginando… hasta dar con el concepto correcto, o una estructura original, o un punto de vista novedoso. Algo que nos haga BRILLAR.

Fase 3: Preproducción

Una vez que tenemos clara nuestra idea y un guión escrito, la siguiente fase es la preproducción. Se trata de organizar el rodaje de la manera más eficaz posible a fin de optimizar el tiempo y el presupuesto del que disponemos.

Plan de rodaje (producción larga)

 

Es en esta fase de la producción de un vídeo cuando contratamos al equipo técnico (y al artístico si lo hay), decidimos las fechas de rodaje, reservamos los materiales que vamos a alquilar, establecemos un plan de grabación, diseñamos si es necesario un story board, decidimos las localizaciones de grabación… Establecemos también el timing del proyecto general, marcando en rojo los hitos que se tienen que ir produciendo hasta la entrega final… En definitiva, nos aseguramos de tener todo bien atado para que en rodaje salgan bien las cosas.

No hay excepción en esto: de una buena preproducción depende siempre un buen rodaje.

Sí, a veces un story puede ser incluso así. Siempre que cumpla su función.

Fase 4: Rodaje

Un rodaje será más sencillo o más complejo, más largo o más pequeño, dependiendo de los medios que estemos poniendo sobre la mesa (que siempre dependerán de la idea que estemos poniendo en pie), y el cuidado y el tiempo que le dediquemos a sacar el máximo fruto posible de esos medios. Podrá ser un día, o una semana o un mes… es muy variable.

Lo ideal será siempre tener los mejores medios posibles y el mayor tiempo posible (ojo, para desarrollar la idea que nos hemos propuesto hacer, no se trata de acumular medios por acumular).

Lógicamente, un vídeo con buenos valores de producción contribuirá a la diferenciación de nuestro proyecto, porque va a llamar más la atención y va a sobresalir.

Pero con todo, es preferible deslumbrar con la idea, y tener simplemente unos valores de producción adecuados, los imprescindibles para que esa idea esté bien contada, que contar cualquier cosa con toda la pirotecnia del mundo.

En el rodaje lo ideal también es que esté tu cliente contigo, para que se asegure y tú te asegures, de que está satisfecho con lo que os lleváis.

Fase 5: Postproducción

Finalizado el rodaje nos queda la fase final: la edición. La podemos dividir en cinco partes:

  • Montaje de imágenes:  Siempre se ha dicho que en el montaje se lleva a cabo la última re-escritura del guión, y así es. En la mesa de edición es donde vamos a testar lo que funciona bien, lo que funciona peor, lo que funciona mejor, y haremos correcciones y cambios para ofrecer la mejor versión posible del vídeo que tenemos entre manos. El montaje normalmente pasa varias revisiones internas y otras tantas también por parte del cliente antes de dar con su forma definitiva.
  • Edición de sonido: La banda sonora es muy importante para conseguir el tono y la atmósfera que cada pieza requiere. Hay que ponerle mucha atención y tener siempre en cuenta que el sonido es el 50% de nuestro vídeo. Una buena mezcla de sonido hará brillar el resultado final.
  • FX: Incrustaciones en croma, borrado de objetos, composición… Muy sencillos o tremendamente complejos. Hoy día el uso de los efectos suele estar en casi todas las producciones. Evidentemente los efectos más complejos se reservarán para proyectos más ambiciosos y los más sencillos para los más modestos.
  • Corrección de color:  Aquí igualamos el color, contraste y aspecto de todas nuestras imágenes, y después le damos al global de la pieza el look que necesitamos, tanto atendiendo a funciones narrativas como estéticas.
  • Diseño y animación de gráficos: Se lleva a cabo el diseño y animación de cartelas y todo tipo de gráfica, en 2D o en 3D, y con la complejidad que requiera cada proyecto, como sucedía con los FX.

Terminada la postproducción ya sólo quedaría exportar el proyecto en los diferentes formatos de entrega y hacerlos llegar al cliente. También podéis ver también tips para video marketing con nuestros amigos de Design Rush en el artículo RFP for Video Production: How to Write One + Free Template

Y esto es todo lo que tengo que decir sobre este asunto. A menos que me preguntéis cosas, que entonces seguramente diré más.

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